Soy producto de un sueño,
de una noche angustiosa,
llena de delirios obscenos
entre gemidos y alaridos.
Soy producto de las bocas,
rozando en cada secreto
los susurros encontrados
que temen ser descubiertos.
Soy producto de andares,
caminantes que aunque yerran
vuelven a siempre al combate.
Soy producto de batallas
que siempre acaban en defectos.
Soy producto de tu sombra
y tiemblo si no te siento.
Oh, Clara, cada día te superas más.
ResponderEliminarMe has recordado esta poesía
¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
Bécquer..
Aunque la tuya es mejor
Un abrazo
Gracias LAUUUU
ResponderEliminareres un sol!!
pero no puedes compararme con Bécquer, es un sacrilegioo! aunque has quedado muy bien! =)
no conocía ese poema , gracias por compartir tu sabiduria contigo,(que es mucha)
¿Qué quién eres? Una persona especial sin duda, con una pasión latiendo en ese corazoncito tuyo que tan bien plasmas en tus sencillos poemas...
ResponderEliminarSigue así ;)