domingo, 8 de mayo de 2016

La prosa desatasca tuberías

Podría escribir que te quiero cientos de veces en miles de poemas con muy diversos modos de expresión y con tantos recursos literarios, podría emplear todos los idiomas que hablo y hasta todos los del Google translator y aun así sería imposible decirte qué me pasa. Qué me pasa cada noche al cerrar los ojos, qué me pasa cada día en el instante que miro el reloj internacional para saber si es el momento justo para comentarte algo. No sabré nunca como decirte nada serio estando tan lejos. Yo solía hablarte con el tacto. Es absurdo lo que me pasa y no quiero que me pase, sino que pase por delante y se adentre en el olvido, y que entonces me importes de otro modo, y te quiera solo en un idioma.

Tengo que asumir las consecuencias de creerme que el presente nunca se convertirá en pasado.

3 comentarios:

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  2. ¿A que no hay escapatoria? La distancia es muy puta; las palabras, escurridizas; la vida, rotunda. Vivir en el pasado es adentrarse en la vejez, amiga poeta. Sucumbe, pero poquito.

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  3. Hay que hacer caso a la canción pasado pisado XD

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