A veces es
ser contigo
y dar por ti
y ser feliz
cuando tú sonríes.
Por eso yo
te miro tanto
a los ojos.
Tú me preguntas
¿Qué?
No existe respuesta
que justifique
el placer de
guarecerme en tu ojos.
Yo sé muy poco
y menos todavía
es lo que puedo darte.
"No existe respuesta que justifique el placer de guarecerme en tu ojos."
ResponderEliminarAlgun día haré recopilación de todos los versos que has escrito y me han llegado muy mucho.
No sé qué tendran los ojos, pero por lo general a las mujeres nos vuelven locas (a vece más los ojos que los dueños de los mismos)
Un abrazo.
(Lau)