Eras tú el que ayer,
entre sombras y gemidos
susurrabas en mi oído
"quédate".
En el ayer del ayer sí,
en el ayer de hoy
otro.
Menos tú,
menos yo con él.
Menos nosotros
que ya no somos nada.
Ni siquiera somos ya
nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario