No hay queja en mi boca,
vida,
porque no cabe.
Se mecen los días,
la espalda me duele más ahora
-paradoja-
y sigo debiéndole mucho
a la suerte.
Pero eres puta,
vida,
porque naces siendo feliz
y siempre
acabas muriendo
vieja, cansada, sucia,
porque un niño sin vida es cruel,
pero es cruel la vida que pesa
porque ya no eres niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario