Bienaventurados los poetas
Porque conservarán la riqueza
De los pobres de salario.
Ellos serán aquellos
Que sin pan bajo el brazo
La línea y el trazo conserven
Para continuar, tantos años,
Con la palabra en la boca.
Que ella los alimente
¡Bienaventurados vosotros!
Que nacisteis locos
Pero bien locos,
no hay eufemismos
Posibles.
Sois quienes llevarán
El mensaje, de boca en boca,
Con el estómago vacío.
Y no os harán caso,
Los ricos de hacienda
Ni aquellos que conducen
A 200 por hora
Un ferrari amarillo
¡menudos horteras!
-Dice el poeta en su Panda.-
Quedaos con vuestro dinero,
¡Mamones!
Que yo, yo nací loco
Para ser el rey de los limpios
De espíritu, estómago vacío,
E hígado roto.
Que no necesito comer,
Ponte tu morado a langostas,
Percebes, chuletones
Y demás animales moribundos.
Yo tengo la palabra,
Que me sustenta cada día,
Porque me como la letras de tu memoria,
Sí, esa que ya no recuerdas, querido,
Porque eres un pobre, aunque sólo de espíritu.
Y nosotros ricos, muy muy ricos,
Aunque solo en ácidos versos.
Me encanta. No tengo nada más que decir.
ResponderEliminarToda la razón del mundo. Lo suscribo.
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