Te imaginé la solución perfecta
y has resultado ser
el teorema más retorcido
del corazón.
Evitaré llamar a las cosas por su nombre,
usar las dos palabras que nunca pronunciaste,
pero que demostraste con todos tus gestos.
Echar de menos significa admitir un pasado y que,
sin duda, fue mejor que el presente.
Tú eras mi presente y ahora ya no.
Ya no sé qué cosa eres.
Pero si te echo de menos,
te haré sombra perfecta y
cuando regreses,
no sabré reconocerte.
No sé qué eres:
problema, solución,
ayer o ahora.
Y sin embargo,
sigo queriendo que
seas
lo
que
tú
quieras
ser.
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