domingo, 20 de abril de 2014

"No estamos jamás donde morimos definitivamente, sino donde morimos día a día" José Hierro

Recuerdo a los escritores muertos
con versos incrustados de José Hierro

¿Dónde están vuestros restos?
(Las palabras desde el aliento,
la palpitación viva).
Cenizas del arte en la palabra
que hoy pronuncio
("no tengo miedo a nombraros,
cosas vivas, transitorias").

 Se apaga vuestra voz,
(¿es eso posible?)
a pesar de vuestro verso en mi grito.
Quizá sea eso:
literatura
Y nada de carne en la idea
que dejasteis aquí,
en lo que no es ya blanco ni vacío mental,
sino hueso de letra dura.

"Boca ardiendo contra otra boca",
leo.

No me digáis que no estáis
si yo os veo en lo que habéis hecho,
vosotros los escritores muertos,
que no teníais más remedio que doleros
y consolarnos al medir las penas.

Al final solo queda lo que haces por los demás
y vosotros habéis hecho
algo inevitable,
pero único.

miércoles, 9 de abril de 2014

Canto a los re-evolucionarios

A y por Edgar,
re-evolucionario entre las nubes

Vamos a poner nuestros cerebros
sobre la mesa,
como si así pudiéramos
creernos inocentes
de todo lo que pensamos:

que no nos quejamos por vicio,
ni reclamamos lo nuestro
en plan quimera quijotiana;

que no somos ganado fácil
para esos perros políticos 
que muerden las carnes 
de nuestro esfuerzo;

que sois menos de los que pensáis,
lo pensamos y lo sabemos.

Aunque no os lo creáis,
nuestra bondad es la fuerza.

"El desarrollo no es sólo sumar riqueza,
aumentar consumo;
es la lucha por la felicidad humana.
La única cosa trascendente para
cada uno de los seres humanos es la vida",
ha dicho Mujica

La re-evolución es renacimiento,
reencontrarse con lo trascendente
y limpiarlo de impurezas.

La evolución parece ser la hija
pródiga de la ciencia
que se prostituye en iPads,
iPods y otros superficialismos.

Tu re-evolución sabrá
luchar contra el consumo.

Y no creernos ya futuro así,
tan defectuosos,
será si sabemos hacernos oír
sin desgañitarnos.

¿Sabremos ser re-evolucionarios?




sábado, 5 de abril de 2014

Crimen ejemplar #1

Dijo que me había leído. Afirmó que era pésimo, infumable, atragantador, vomitivo, del tipo 'estadoderedsocial'. No lo dijo, lo gritó. Escupió sobre mis mil y tantas palabras. Nunca dijo por qué.

No me negarán que la ocasión se merecía que afilase los bordes de mis hojas.

Era precioso: parecía un manantial de sangre literario.