deslumbramiento

Las pupilas reaccionan
con el resplandor de la mañana
a los errores de la noche,
que entre nubes espesas
diluídas en café y
aderezadas por la migraña
forcejean con el ayer
para que llegue un mañana.

Ensayo sobre la ceguera, versión poética

El vacío que te envuelve,
entre los vapores de olvido,
nació producto de un estruendo.

Aquel de tu egoísmo,
también del mío...
de la ignorancia incipiente
en la decrépita mente
del odio emergente.

Ese vacío, maldito,
distancia lo
equidistante pendente
de la mirada supérflua,
el desamor intenso,
y la verdad doliente.

Ese vacío perfora ,
cual taladro maldito,
corazones y almas,
desesperando al santo,
maldiciendo al maldito,
y creando criaturas
ya no humanas.

Déjame que te cuente

Déjame que te cuente,
todos los números de esta vida,
los balances, las cuentas...
todas esas vueltas.

Déjame que te cuente,
todas las historias
que después de verte
configuró mi mente.

Déjame que te cuente,
que la libertad presente,
en realidad ausente,
anhela poseerte.

Déjame que te cuente,
pequeña criatura,
alma ausente, inconsciente,
que cuando la marea suba,
y las nubes oscuras nos presionen,
no habrá más salida a tus dudas,
 que la que vida te pida entre
gritos ahogados para que sobreviva.

a Dios gracias

-Madre, ¿Qué hay de cenar?
-Algo de agua y migajas de pan
-eso... y ¿nada más?
-Y a Dios las gracias has de dar.

-Padre y ¿Para trabajar?
-Destrozarte el lomo y no parar,
algo de cosecha, para el almorzar,
y a Dios las gracias has de dar.

-Hermano, ¿nos vamos a jugar?
-¿Crees que es tiempo? ganas no tengo...
-Venga, aunque sea al veo veo...
-Sí, y a Dios las gracias has de dar

Y es que en estos tiempos,
de noche te hielas, de día te torras,
y ya no te asombras, porque aún así,
a Dios las gracias has de dar