Se oían voces,
fuertes, sanas,
repletas de
emociones,
de sensaciones
intensas,
vividas en
canciones...
y yo asomada,
desde el palco
más privilegiado...
Sintiéndome afortunada
al menos por un rato,
feliz de los encuentros,
y amores imaginarios.
De repente, el viento,
el mar...el errante...
sentimientos, instantes...
notas bien sonantes,
y mis ojos atentos,
cansados de letreros,
no creen lo que es cierto:
amor truncado, celos,
enfado...y muerte segura
por el acantilado.
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