Ella sonríe...
está soñanando,
simplemente agarrada
de su humilde brazo.
Huesudo , flaco,
sin mas carne que
la que gasta al son
del duro trabajo.
Él padece el dolor
del que carece
de placeres y lujos,
de canciones y claveles.
Ella lo mira y sonríe...
nada más necesita en
la vida, que el amor
que la alimente.
Dulce placer sin azucar,
dulces tardes, amaneceres...
Cogida de su brazo
sonríe alegremente.
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