Ha llegado la energía
poco a poco sobre el cuerpo,
se ha posado la distancia.
ha despegado tu pecho
desde mi pecho.
He subido peldaños
y montañas
y riscos.
Por fin desde el punto más alto,
desde la cuarta fase
puedo contar los kilómetros
ante mí si intento atisbarte.
Entiendo que no es posible
estar cerca si se está lejos,
entiendo que no quiero
ser pájaro amaestrado,
entiendo cuán necesaria
es mi quietud
en este aislado paisaje,
hasta que al pensar en bajar al valle,
sea más relevante la hierba
que la huella de tus pasos.