Es la palabra
que más vive en nuestra boca,
que masticamos, lamemos,
escupimos, tragamos,
vomitamos en el esputo
y ahí sigue con su C
de crisálida
de cromosoma
de cretinos lamentables
que somos excusados
en su cursivo karma
recalcado en la potencia
de nuestra falta de coraje.
Que se disipen las dudas
de que es culpa del otro
tu temor a la derrota.
Que se quebrante
la venda de tus ojos
que te dicta que son ellos
los causantes de tu carencia
de principios morales
cuando otro busca
cuando otro busca
en ti el consuelo
de la mano amiga
y devuelves egoísmo sin moneda,
sin cariño, sin corazón
apenas.
Que no sea ella el escudo
en el que justifiques tus faltas
o pares las fuerzas de tu efectividad,
que no sea razón de muerte emocional,
que te saque la rabia y puedas,
por fin, enterrarla en lo más hondo
de tu olvido.
Disculpen el ataque;
yo también sufro de crisis de identidad.
[BSO - Lux Aeterna]
