con tu peso
sobre lo deshecho
me sabe lejana.
Y aunque quisiera
acercarme a tu oído
de nuevo como ayer,
acariciando a las palabras
la piel que te estremece,
sería impronunciable
la frase del "tequiero"
"Tu piel me devolvía algo remoto"
qué más dan
tu piel,
tus labios,
tus manos en mis pechos.
Qué más da
todo
si
ya
no
quieres oír mis latidos.