Eres ninfa
sueño
aire.
Eres ojos
con que miras
y consigues
y deshaces.
Eres sueño
y aire
y musa.
Eres hija,
nieta
y madre.
Eres camisa blanca,
piel blanca,
cuello blanco
y labios rojos.
Eres pantalón roto
sujetador blanco
y pelo muy corto.
Eres todo por fuera,
te contemplo y
me satisfago.
Por dentro no te conozco
no
notecon
ozco
"Pero la lentitud también tiene sus ventajas. En la creación poética, como en todos los procesos de transformación natural, el tiempo es un factor que modifica a los demás. (...) Por el mero hecho de haber sido escrito despacio, un libro lleva dentro de sí tiempo de la vida de su autor" J. Gil de Biedma
miércoles, 16 de mayo de 2012
domingo, 6 de mayo de 2012
Monólogo seismesino
Fue un monólogo demasiado largo,
consumición vana en palabras
de mi ser más interno y mis ganas
más sanas de quererte todo el rato
(no solo cuando estabas).
Fue un monólogo eterno
a pesar de que tú hablabas,
no decíamos lo mismo:
palabras I contra I palabras
Monólogos que se daban casi siempre
la espalda,
sino en tal caso, de cara, ni se miraban.
Logos desprendidas de bocas de casi
monos, que no por ser tan monos
escuchaban las logos habladas.
Monólogo que con mi lengua impulsada
saltaba sobre tus oídos y después
me rebotaba delante de mis ojos
(ni siquiera yo me escuchaba)
Seis meses de palabras serias,
elaboradas y cocinadas
en la azotea de mi cuerpo
para que no sirviesen de nada.
Seis meses de "lujuria y vicio"
Ya no hago monólogos, pues
¡Mal rayo te parta!
consumición vana en palabras
de mi ser más interno y mis ganas
más sanas de quererte todo el rato
(no solo cuando estabas).
Fue un monólogo eterno
a pesar de que tú hablabas,
no decíamos lo mismo:
palabras I contra I palabras
Monólogos que se daban casi siempre
la espalda,
sino en tal caso, de cara, ni se miraban.
Logos desprendidas de bocas de casi
monos, que no por ser tan monos
escuchaban las logos habladas.
Monólogo que con mi lengua impulsada
saltaba sobre tus oídos y después
me rebotaba delante de mis ojos
(ni siquiera yo me escuchaba)
Seis meses de palabras serias,
elaboradas y cocinadas
en la azotea de mi cuerpo
para que no sirviesen de nada.
Seis meses de "lujuria y vicio"
Ya no hago monólogos, pues
¡Mal rayo te parta!
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