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Recuerdo, entre bambalinas,
una guerra lejana,
un hombre bajito,
burros y alforjas,
caminos polvorientos.

Hambre y penuria,
recuerdo entre sueños,
acechando familias,
carnes y huesos.

Varios colores:
rojo de sangre,
amarillo calor
en el estío sangrante,
y un lila intenso,
la libertad y el progreso.

Pero niños, no hagáis caso
a este anciano portento,
han pasado los años,
y son solo recuerdos.

Egocentrismo y fugacidad

"Tengo cuatro esquinas. No podría elegir ninguna como mi favorita, son todas tan perfectas y están tan bien cuidadas que sería injusto para cualquiera de las demás elegir sólo a una.
Simplemente... me encanto, ¿Qué más puedo decir...? no tengo ningún defecto de fábrica, mi imagen es de una calidad extraordinaria , y con decir que todos los individuos no me miran, sino que me admiran...

Bueno , os hablaré de mí.

Llegué a donde estoy tras un gran esfuerzo y un viaje a oscuras, muchas esperanzas, ilusiones, anhelos y sobretodo incertidumbre. Además de mis hermosas cuatro esquinas cuento con muchas más virtudes. En mi plano vientre albergo, creo, lo más hermoso de mí: mis dueños. Sí, dos caras sonrientes, pletóricas de ilusión que con sus rostros pretenden transmitir todo aquello que sienten, y su mirada, sin duda, consigue que todo el hogar rebose la alegria de aquellos tiempos en las buenas y malas ocasiones actuales, simplemente por el color que yo aún conservo que consigue demostrar que aún pasados los años sus mejillas están encedidas por el momento, la situación , y el lugar(Córdoba, para ser exactos) y sobretodo, la felicidad que les embargaba rodeada por su amor.

Ellos son... bueno, en realidad su nombre importa poco, estamos hablando de mí. Como les decía. YO  soy una capa de papel dura, cubierta por un conjunto de colores y matices que sugieron al aplicar diferentes químicos (y blablabla... nunca me aprendí la teoría de mi composición) que finalmente está protegida por una finísima y delicada capa de  protección que consigue que no pierda ni calidad, ni brillo, ni color aunque me de el sol . Creo que soy de la mejor clase dentro de mi especie, al menos, eso he oido decir de MÏ.

Os sigo contando- (Margarita, me importa un bledo que se haya muerto tu marido, esta gente ha venido a escucharme a MÏ... estúpida)- disculpen a mi amiga, es la pobre una egocentrica... no soporto a ese tipo de gente.

En fin, como decía ... ya me he perdido... ¡Ah sí! pues mira, estoy situada en un lugar privilegiado del salón, teniendo en cuenta que soy la más bonita de la casa... no me extraña. Sobre un mueble de madera de cerezo en una parte de la habitación que está situado frente a un espejo bellísimo, en el que me reflejo continuamente. Su marco es bonito, sí, dorado con una pequeña cenefa de flores... pero... y lo digo con HUMILDAD, no penséis mal, el MÍO es precioso, mucho mas delicado que el del espejo que me refleja.
Fue adquirido también en Cordoba, en una tienda de recuerdos frente a la Mezquita, donde yo fui engendrada, el Marco me pertenece y yo le pertenezco. Es de pura plata, y aunque su decoración es muy sencilla, recuerda mucho al islam, pues se trata de finos motivos arabescos similares a los de que con frecuencia lucen los vasos de té de esa cultura. Sin embargo, mi Marco está grabado , lo cual le da más valor que una burda y sencilla pintura.

Queridos míos, no sé que más puedo contaros sobre MI vida, oh sí... acabo de ver pasar por aquí a mi dueña y Dios mío... se nota que ya han pasado diez años, menudas arrugas, menudo culo ha echado... menos mal que mi imagen siempre permanecerá intacta, perfecta, inigualable, imperecedera.SIEMPRE admirada"

 
A los pocos días de estas altruístas declaraciones la dueña de la fotografía se divorció, rompió la foto y la utilizó como combustible para su chimenea.

"Uno debe ser tan humilde como el polvo para poder descubrir la verdad" Gandhi

Fui, soy, seré

Fui, soy y seré
niña encadenada
a un cuerpo condenado.

Fui palo fino
de pino y ébano
de blanca luna,
prima del lagarto.

Soy pequeña alondra
que vuela sobre el pasado
atravesado por la alegría,
motivado por el cansancio.

Seré incansable mente, sí,
pero en un exhausto esqueleto
que un día, sin más, parará las horas.