A veces me cuesta,
decir cosas ciertas,
quizá crueles,
quizá molestas,
incómodas, grotescas.
Sí, me cuesta
decir, no quiero,
me cuesta decir
que la mañana
lejana no incluye
a tu persona...
Me cuesta...
Te cuesta...
nos cuesta deshacer
el camino y no
volver la vista atrás.
"Pero la lentitud también tiene sus ventajas. En la creación poética, como en todos los procesos de transformación natural, el tiempo es un factor que modifica a los demás. (...) Por el mero hecho de haber sido escrito despacio, un libro lleva dentro de sí tiempo de la vida de su autor" J. Gil de Biedma
martes, 27 de julio de 2010
sábado, 24 de julio de 2010
Dudas
Siempre venís,
lejanas y odiosas,
a veces temerosas,
a acecharme
sin motivo.
Malditas...
devoráis cuanto ansío,
solo por vuestro
hambriento deseo
de dominar.
Cambiáis el destino
en un desatino
de mi mente al
veros por aquí
caminar.
Confudís los sentidos,
las palabras, los ruidos,
hasta hacerme llorar.
Locura provocáis, vosotras,
inocentes, dudas candescentes,
libradme ya.
Y si supiera, que la dudas
yo las creo,y que es
mi dulce deseo
por esconder la verdad.
lejanas y odiosas,
a veces temerosas,
a acecharme
sin motivo.
Malditas...
devoráis cuanto ansío,
solo por vuestro
hambriento deseo
de dominar.
Cambiáis el destino
en un desatino
de mi mente al
veros por aquí
caminar.
Confudís los sentidos,
las palabras, los ruidos,
hasta hacerme llorar.
Locura provocáis, vosotras,
inocentes, dudas candescentes,
libradme ya.
Y si supiera, que la dudas
yo las creo,y que es
mi dulce deseo
por esconder la verdad.
domingo, 11 de julio de 2010
La persona adecuada
La persona ideal
tiene que cuadrar
en una imagen imperfecta,
en un cuadrado de tres esquinas,
en un futuro abierto,
en una vida sin rutinas.
La persona adecuada
ha de estar desquiciada,
ciertamente herida,
incluso dislocada;
porque si necestia cura,
seré yo su medicina.
La persona ideal
debe amarse a sí misma,
pues es un requisito
para poder amar la vida.
La persona ideal
debe llorar sin complejos,
desgarrarse a veces, y,
sufrir, desde luego...
para saber qué es la vida
hay que quemarse con fuego.
La persona adecuada
no se busca, estoy segura.
Hay que esperar su vuelo.
Y el problema de algunas...
es que no miran al cielo.
tiene que cuadrar
en una imagen imperfecta,
en un cuadrado de tres esquinas,
en un futuro abierto,
en una vida sin rutinas.
La persona adecuada
ha de estar desquiciada,
ciertamente herida,
incluso dislocada;
porque si necestia cura,
seré yo su medicina.
La persona ideal
debe amarse a sí misma,
pues es un requisito
para poder amar la vida.
La persona ideal
debe llorar sin complejos,
desgarrarse a veces, y,
sufrir, desde luego...
para saber qué es la vida
hay que quemarse con fuego.
La persona adecuada
no se busca, estoy segura.
Hay que esperar su vuelo.
Y el problema de algunas...
es que no miran al cielo.
lunes, 5 de julio de 2010
Nubes...
Desde lo alto os veo,
con superioridad,
yo orgullosa de
estar en el cielo,
y sobre vosotras.
Mis miradas,
en realidad de envidia,
quieren admiraros.
Sois... diferentes,
cada una tiene su
textura, su color,
su espacio, su forma...
Vapor en movimiento.
Cuando os veo
desde el avión,
me recordáis al algodón.
Algunas finas y delicadas,
como un suspiro de Dios;
Otras redondas y mullidas,
como almohadones,
densas y curiosas.
Vais y venis,
nunca sois las mismas.
Me gustaría ser nube,
solo energía...
solo vapor...
con superioridad,
yo orgullosa de
estar en el cielo,
y sobre vosotras.
Mis miradas,
en realidad de envidia,
quieren admiraros.
Sois... diferentes,
cada una tiene su
textura, su color,
su espacio, su forma...
Vapor en movimiento.
Cuando os veo
desde el avión,
me recordáis al algodón.
Algunas finas y delicadas,
como un suspiro de Dios;
Otras redondas y mullidas,
como almohadones,
densas y curiosas.
Vais y venis,
nunca sois las mismas.
Me gustaría ser nube,
solo energía...
solo vapor...
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